Somos una institución joven no solo porque hace 17 años la comunidad decidió emprender esta iniciativa sino porque además el 95% de quienes integran este Cuerpo de Bomberos tiene entre 18 y 40 años. Convertirse en Bombero de Asunción es asumir el compromiso de ser servidores públicos en un nivel distinto a cualquier tipo de servicio comunitario. Juramos ayudar a los demás ofrendando la vida si necesario fuere. Decidimos adoptar a una familia y abrazar un “estilo de vida”.
No somos súper héroes. Ni estamos exentos a errores. Ni somos personas insensibles ante lo que vemos y vivimos. Somos ciudadanos comunes que estamos aprendiendo constantemente y perfeccionando nuestras habilidades como bomberos. Si bien no tenemos salario, somos bomberos profesionales y ofrecemos un servicio de calidad. Y además de todos los conocimientos que adquirimos, también tenemos la oportunidad de ser líderes y aportar a nuestro crecimiento personal.
Uno de los beneficios más conocidos del voluntariado es el impacto que tiene en nuestra sociedad a través de los bienes y las vidas que salvamos. Los voluntarios son a menudo el pegamento que mantiene unidos a grupos de gente y hacen de ellos mejores personas. Dedicar nuestro tiempo como voluntarios nos ayuda a hacer nuevos amigos, ampliar nuestra red y aumentar nuestras habilidades sociales. Hollywood nos muestra a menudo a los bomberos como hermanos, como una familia de muchos integrantes en donde encontramos de cierta forma cobijo. Esto es verdad. Cuando uno se hace bombero automáticamente se une a una gran hermandad tanto en el cuartel donde estamos como en todo el mundo. Un plus que cabe mencionar.
Esto no es como una ONG o un instituto de inglés. Aquí se cumple un horario y se cumplen obligaciones. Tal como lo vemos en las películas de bomberos o en la famosa serie Chicago Fire. A excepción, de que estamos limitados en equipos y luchamos constantemente por obtener recursos para mantener las estaciones, que finalmente pertenecen a la ciudadanía.
Para ser un Bombero de Asunción se requiere primeramente vocación de servicio, sí, eso que sentimos profundamente y no podemos explicar contanta facilidad; segundo, tener la voluntad de aportar a la comunidad como bombero; y finalmente, querer formar parte de una institución en constante crecimiento que bien se distingue por el orden y la disciplina.